domingo, 24 de junio de 2012

EL ÚLTIMO BEETLE

El número 21,529.464, colofón de la Historia del Volkswagen Escarabajo.


Aunque las carreteras siguen pobladas de Escarabajos, hay uno que podemos considerar el Último Beetle del Mundo. Fue fabricado en la factoría de las afueras de Puebla, México, y abandonó la cadena de montaje el 30 de julio de 2003 que que sería el último Volkswagen Escarabajo.

Después ha habido New Beetles y Beetles del Siglo XXI, pero no son ni serán más que homenajes estéticos a uno de los vehículos más impactantes visualmente de toda la Historia, y a un icono fundamental del Siglo XX, no sólo del automovilismo.

Entre las características técnicas de este último Vocho, denominado Volkswagen Sedán Última Edición destacaban los frenos de disco delanteros, un tanque de combustible de 40 litros, llantas 165/80 R15 de impresión blanca, equipo estéreo de sonido, aislamiento especial del ruido motor, placa conmemorativa en la guantera junto a otras inserciones en la zona del salpicadero… Se fabricó en dos colores: azul acuario (el color que se dio al último VW) y beige luna.

Fotografía comercial del Volkswagen fabricado en México. Nótese que
los intermitentes delanteros ya no van dispuestos sobre el guardabarros,
pasando a estar ubicados en los propios parachoques.

¿Por qué se detuvo la producción del Volkswagen Escarabajo, habiendo sido un auto exitoso en ventas durante tantas décadas, y teniendo un arraigo visual tan grande en toda Latinoamérica y Europa?

En esencia se debió un inevitable bajón en las ventas (de 1,300.000 autos vendidos sólo en 1971 a 30.000 unidades anuales en los primeros años del siglo XXI) producto de la imposibilidad de adaptar el VW a los requisitos del automovilismo actual (aunque sigan circulando por las carreteras como si no hubiera sucedido nada). Nuevas normativas sobre seguridad o ecología, así como el aumento del rendimiento de los vehículos actuales que en contrapartida los conduce a una vida más corta, decidieron el cese de la producción de tan querido auto.

El último Vocho, descansado tranquilamente en Wolfsburg para deleite
de los visitantes del museo, una pieza con una importancia emocional
grandísima en la Historia de la casa Volkswagen.
El Último Volkswagen fue despedido con el mariachi "Las Golondrinas", utilizado para los adioses. Como la propia casa reconoció con el homenaje en publicidad que realizó para el VW: "Es increíble que un auto tan pequeño deje un vacío tan grande".


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